Y entonces confundido me preguntas acerca del origen de mi teoría, aún sin poder entenderla totalmente. Mi respuesta, sin embargo, no difunde tus dudas: la vida me lo demuestra. Y ante tu asombre, que no es disimulado, te explico que frente a nosotros hay infinitos caminos abiertos; infinitas respuestas a las acciones que mueren segundo a segundo; miles y miles de sucesos que pudieron pasar, pero no lo hicieron; millones de cosas que podemos hacer o no, y sin embargo elegimos hacerlas o no; esto hace que se abra el universo en una gran red… una red de lo que podría de haber pasado. Y esa red tiene un solo y único punto de convergencia visible, y ese punto es uno mismo. El tiempo nos envuelve y nos lleva por sus infinitos caminos.
“Pero”, te atreves a decir, totalmente inseguro “pero las cosas que no sucedieron, no sucedieron, no es coherente pensar que pasaron cuando no lo han hecho. Y ¿Por qué esta gran esfera a la que llamas tiempo se cierra… por qué se hace un gran ciclo?
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